“Yo
creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema”. Estoy segura de
que lo consiguió; su literatura es el vivo ejemplo de que así fue.
No
es casualidad que ayer compartiese en instagram —una red social
en la que una pierde poco tiempo, pues no hay mucho texto, más bien pequeñas y
breves palabras o líneas que acompañan grandes
fotos— una foto del poema de Gil de Biedma “Resolución”
durante mi lectura nocturna en el Parque del Príncipe de Cáceres, y hoy, 13 de
noviembre, se cumplan 88 años de su nacimiento. No sé si logró ser feliz, pero
estoy segura que lo intentó y siempre tuvo esa resolución. Como todos, imagino. Tampoco es casualidad que el
sábado hablase con Jorge de lo vivo que estaba Gil de Biedma gracias a sus
letras, a sus versos.
Pues
sí, a lo mejor sí es casualidad. Contingencia.
Felicidades.
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