sábado, 8 de septiembre de 2018
miércoles, 1 de agosto de 2018
sábado, 28 de julio de 2018
jueves, 26 de julio de 2018
Palabras
jueves, 19 de julio de 2018
Conversación entre luces
-¿Estás segura de que te dijo que fue por el manguito rotador?
(Se muerde el labio inferior, esboza una sonrisa y se lleva una mano a la frente)
viernes, 13 de julio de 2018
Andrea va a la universidad
![]() |
Juegos de la edad tardía. |
![]() |
Retrato de un hombre inmaduro. |
martes, 22 de mayo de 2018
Y con la luz de entonces
![]() |
París, julio de 2017. |
miércoles, 9 de mayo de 2018
Una fecha del calendario
sábado, 28 de abril de 2018
Ausencias
![]() |
Fragmentos, de Jorge Márquez |
![]() |
El cielo casi, de Ángel Campos Pámpano |
jueves, 26 de abril de 2018
España NO me representa
Hoy, hace exactamente un mes y dieciocho días, se celebró el Día Internacional de la Mujer, y hoy, un mes y dieciocho días después, nos hacen sentir que no valemos absolutamente nada, que necesitamos de un día visible para hacer valer nuestros derechos, porque fuera del calendario seguimos siendo nadie. Hoy, la justicia española entiende que es abuso y no violación; entiende que es normal y no intimidatorio que cinco hombres nos acorralen en un portal sin salida. Sí, entienden que violentar, reducir y corromper la libertad de la mujer es un delito menor que se suple con nueve (serán tres) años de carcel. Hoy seguimos siendo nada, incluso para todas las mujeres que juzgan a otras por su forma de actuar, por su vida sexual y por su forma de vestir. También para los que piensan que el lugar de la mujer está en su casa, y no en la calle. Seguimos siendo nada, pero luchando siempre por ser todo lo que merecemos ser.
lunes, 23 de abril de 2018
sábado, 21 de abril de 2018
Sus manos y su historia
viernes, 20 de abril de 2018
jueves, 19 de abril de 2018
El tiempo que pasó
domingo, 8 de abril de 2018
Divagaciones
jueves, 5 de abril de 2018
En la memoria de la piel
martes, 3 de abril de 2018
¿Cómo, de verdad, cómo es posible?
La radio sigue estropeada. Viajas, de nuevo, con la poca música que hay en tu teléfono móvil. Lo colocas en el huequito que hay en la puerta del piloto, para que la atmósfera se embriague de ese eco que no te permite oír nada más. Pero oyes, aunque nunca se te ha dado nada mal acallar las voces que retumban en lo más hondo. Parece que ahora sí, que se te da mal. Quizá no tanto. “¿Por qué te estás acordando ahora de las palabras que te dijo A. hace ahora casi una semana?” Suena una canción que decides reproducir directamente desde youtube. Te recuerda a una persona y a una situación muy concreta. “Muy bien, sigue revolcándote en tu propia mierda”. Ese día llovía y hacía mucho frío, pero en aquel coche negro el calor subía desde el estómago hasta tu pecho, donde moría contigo. “¿Morías tú o el calor?”, qué más da. Elena conducía algo despacio. Recuerdas que dijo:
lunes, 2 de abril de 2018
Dejadme aquí
La poesía completa de Sánchez Rosillo (Tusquets, 2018) en un lunes previo a las obligaciones del martes. Un autorregalo más que maravilloso.