viernes, 24 de febrero de 2017

Abraham Gragera en el Aula José María Valverde

Siempre tengo argumentos para estar en contra de algo. Mi carácter inconformista, salvaje y rebelde viene de serie. En este caso son dos.

Primero: Una profesora de secundaria (creo) le ha preguntado a Abraham Gragera que cómo cree que debe fomentar el gusto de la lectura de la poesía en sus alumnos. Este, honestamente, ha contestado que sin ser profesor de secundaria cree que debe fijarse en cada alumno de manera individual e incentivar sus gustos. Estamos hablando de una clase en la que hay, aproximadamente, 25-30 alumnos y un máximo de 50 minutos de tiempo. Bonita utopía…

Segundo: “mientras haya lectores de poetas habrá poesía”. Ha pronunciado estas palabras Abraham Gragera el día 23 de febrero de 2017 en el Aula José María Valverde en el Palacio de la Isla de Cáceres. No compro su teoría,  yo voy con Becquer y con su rima IV:

No digáis que agotado su tesoro,
De asuntos falta, enmudeció la lira:
PODRÁ NO HABER POETAS; PERO SIEMPRE
 HABRÁ POESÍA.

Mientras las ondas de la luz al beso
 Palpiten encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
 De fuego y oro vista;
Mientras el aire en su regazo lleve
Perfumes y armonías,
Mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
Las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
Que al cálculo resista;
Mientras la humanidad siempre avanzando
No sepa a dó camina;
Mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma
  Sin que los labios rían;
Mientras se llora sin que el llanto acuda
  A nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza
 Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!

Aun así, me ha encantado leer Adiós a la época de los grandes caracteres y El tiempo menos solo. He disfrutado muchísimo con la lectura de estas obras y estoy deseando comprarme la nueva que está a punto de salir.

Además, después de escuchar varios de los poemas de la voz creadora de los versos que tanto me han deleitado, he compartido un momento mágico con grandes amigos.

Ayer ya intuía que hoy iba a ser un buen día, pues cuando me desperté vi un correo de I.R., una de mis profesoras de la facultad. En él me felicitaba, entusiasmada, por mi destino de prácticas, y  me recordaba que, en sus clases, había sido una alumna sobresaliente.  Me apasiona la literatura, a pesar de haber tenido mejores notas en las asignaturas de lengua y lingüística en la carrera. En literatura he conseguido mis mejores calificaciones con ella y con J.L.B, pero en la nota final no se ha reflejado esto siempre porque, la mayoría de las veces, la asignatura ha sido compartida por dos profesores. Bueno, recuerdo que en primero de carrera obtuve también un 9 en literatura hispanoamericana.

En fin…el correo de I.R. aparecía bajo el título de casualidades emocionantes y el día de hoy, y esta semana, ha estado llena de ellas.


Pronto cierro esta etapa de mi vida, me da pena y miedo a la vez. Estoy jugando mis últimas cartas. Quizá hoy haya jugado las últimas en ciertos aspectos…



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