martes, 28 de febrero de 2017

Martes de carnaval

Podría decir que mi vida es, últimamente, un cúmulo de casualidades inesperadas y emocionantes que hacen que mi existencia gire en una espiral de desconcierto. Ayer encontré uno de mis pendrives que llevaba un tiempo desaparecido (¡anda, yo perdiendo cosas, qué raro!). En él estaban mis apuntes de Literatura Contemporánea de 4° de carrera, entre los que se encontraban los concernientes a la trilogía Martes de Carnaval de Valle Inclán. Quizá suene a estupidez absoluta pero a una persona algo romántica le gusta creer que los ha encontrado ese día, y no otro, por algo. Un día antes de martes de carnaval. Y sobre todo cuando lo más sensato en los tiempos que corren sería utilizar el esperpento para realizar una descripción fiel de nuestra sociedad actual. Bueno, en realidad, poca falta hace, la situación es bastante grotesca y desafortunada ya de por sí.

¡Qué pena!

Pero no, no hay que llorar, que la vida es un carnaval, y las penas se van cantando.

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