Llevo casi toda la
tarde leyendo "La semilla en la nieve" de Ángel Campos Pámpano. Las
clases del MUFPES me estimulan tan poco que una tiene que prestarse a aquello
que le apasione y no le resulte soporífero.
Sublime lo que, hasta ahora, llevo leído; inmenso y
profundo; azul como el cielo y el mar.
Copio aquí uno de sus poemas:
hay que aprender
a mirar con palabras
la luz que nutre el ojo
la carencia
la espera
lo que no nos fue dado
y compartir
los surcos de la tierra
fecundada
lo que no deja verse
la semilla
la extrañeza de un
rostro mancillado
que aún se nos oculta
tú estás en mis
palabras
ceguera sola
alma
despojada que late
en los surcos que la
sed va dejando
en la lengua reseca
tú estás en mis
palabras
como yo estoy lo sé
en la brecha que ha
abierto tu sigilo
basta tender la mano y
acogerte
y que nombre
la herida o el fruto de
tu nombre
nos dé lo que nos
falta.
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