Para
mi sorpresa, cuando he salido de la biblioteca, en el hall de esta, había, otra
vez, un montón de libros para que el público se sirviese a gusto. A mi vista Hispanic Review, Sebold homage issue. No hay que decir siquiera dónde
está ahora la revista que rinde homenaje a la figura de un personaje de la
talla intelectual de “Bud” o Russell P. Sebold, claro; personaje interesado por
el mundo y la cultura hispánica desde muy joven.
Como
indica Ignacio Javier López al inicio del número (“Noticia del Humanista
Ilustrado: Russel P. Sebold”), los estudios que se publican en este están
escritos por hispanistas que han realizado
su tesis doctoral con Sebold o que lo han tenido como mentor y guía en la realización
de la misma. Completa este homenaje una selección de evocaciones al maestro
por estudiantes que han asistido a sus clases a lo largo de los años.
En
el siguiente capítulo se muestran, de manera cronológica, la lista de
publicaciones del autor (libros publicados, contribuciones a libros, libros en
prensa, libros en preparación, artículos publicados, artículos en prensa,
artículos en preparación y reseñas publicadas). Una cantidad ingente. Una contribución
espléndida a los estudios de los siglos XVIII y XIX.
Reproduzco
aquí un testimonio en forma de epístola de una de las alumnas de Russell P.
Sebold; uno de los muchos testimonios exquisitos que viene incluido en este
libro que he tenido el placer de traerme a casa esta mañana:
La jubilación de mi maestro
Russell P. Sebold me produce cierta nostalgia porque significa el fin de una
época para el Departamento de Lenguas Románicas en Penn. Por otro lado, es
verdaderamente un momento de júbilo para el hispanismo. ¡Cuánto más aportará
este “lletreferit”, el término catalán para definir a un “herido de leras”, en
los años venideros!
La primera vez que vi al profesor
Sebold, recién llegada a los Estados Unidos procedente de la Universidad
Autónoma de Barcelona, me quedé verdaderamente sorprendida. Aquel profesor no
tenía nada que ver con lo que había oído de los Estados Unidos. ¡Parecía como
si hubiera entrado en un mundo totalmente desconocido para mí! El entusiasmo
del profesor Sebold por las letras dieciochescas y románticas españolas me produjo
tal impacto que decidí cursas los estudios de doctorado en Penn. Esta decisión
realmente cambió el curso de mi vida. Por otro lado, me sirvió de nexo entre el
ambiente barcelonés, tan familiar, y el desconocido e impresionante mundo
norteamericano.
¡Gracias Bud por compartir tu
conocimiento sobre un período literario que raramente aparecía en los libros de
texto de bachillerato en la España franquista! Todas tus publicaciones, desde El rapto de la mente, el primer libro
tuyo que leí, me abrieron un mundo desconocido a través de tu intuición tan
innovadora. Quedaré eternamente agradecida por toda tu ayuda e inspiración.
Nunca leeré un texto del mismo modo después de haberte tenido por maestro. Te
deseo lo mejor en tu jubilación, no retiro… Mantén tu espíritu joven y nunca
pierdas este entusiasmo tan gratificante por las letras españolas.
María
Luisa Guardiola
Swarthmore
College
Ahora
es cuando me dispongo a utilizar la pluma que Jorge me trajo el lunes a Cáceres
como regalo antes de empezar mi periodo de prácticas que, finalmente, no fue el
martes. Le dije, entusiasmada, que el primer día que la utilizase sería con
motivo de alguna ocasión especial. La vida es ya bastante especial sin
necesidad de que nos ocurran grandes cosas, pero a veces no nos damos cuenta.
La
ocasión especial, después de que se me haya roto en las manos uno de los
cartuchitos de tinta de mi preciosa pluma, ha sido poner mi nombre y la fecha en
la que he adquirido la revista en la
que se rinde homenaje al hispanista norteamericano Russell P. Sebold.
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